El Grupo

Cada noche me uno
a los compas del Grupo.

A todos ellos,
que son tan simples,
y son tan complicados.

Fuman demasiado,
siempre:
y todo ese humo
se posa en el hombro
de alguno, triste pájaro.

Cómo quiero
a mis amigos espirituales,
que han visto y saben
que el lunes es
una posibilidad horrorosa,
para el que no dice
jamás por favor.

Lo que el espejo cobarde,
lo que el cobarde espejo
no dice, ellos lo dicen,
y este decir nace de ellos
como una flor
puede nacer de un cráneo.

Yo soy el que los escucha,
el que los quiere,
el que fue traición
ahora escucha.

En el principio
fueron dos, y una mano temblando.