Acepté el don,
y me convertí en alguien infinitamente rico.
En cualquier panadería a la que entro
me donan una cabeza de pollo.
Una hermosa cabeza de pollo.
Que no se te ocurra ir a Pana
si no es para encontrar tu don auténtico.
De lo contrario,
te convertirás en un pobre fantasma.
En Pana hay infinidad de seres
atrapados en un sueño,
caminan en la misma calle,
en una y otra dirección,
hasta que sus hijos los maldicen.
