Han vuelto las arañas

De un tiempo a esta parte han vuelto las arañas.
Cuando llegamos, estaban por todas partes.
Fuimos barriendo, fuimos poniendo cosas
que nos sirvieron o jamás nos sirvieron.
Y las arañas se marcharon,
como abril se marchó, y luego julio.
¿A dónde partieron las arañas?
¿A qué mercado abandonado?
¿Qué rincón de las ceniza las heredó,
qué sombra de cuál ave carroñera?
Nosotros reímos, lloramos, tosimos. Tosimos.
Vimos claramente lo sucio del cristal.
Pusimos la leña tierna en el fuego.
Pero fuimos los más ingenuos, todo el tiempo.
Porque ahora que nos vamos, ellas vuelven.
Es claro que esta casa nunca fue nuestra,
sino de ustedes, siempre, de ustedes, las arañas.